¿Dónde quedo la coherencia?

Últimamente no vengo muy inspirada. Hoy abrí una, dos, tres veces esta pagina pensando en que podría escribir. Nada se me paso por la cabeza y por lo tanto cerré, apague la PC y adiós. Mi anotador me lo agradece, la birome también. No estoy plasmando mis locas ideas en ellos esta vez. Hoy encuentro mis salidas en otros lados, en mis amigos, en hablar con ellos banalidades, en las cosas más simples. Si, aunque no lo crean, esta vez me comporto normal, y hago cosas normales y simples. Hay muchas veces que escribir me ahorra el quebrarme la muñeca con los posibles golpes que le puedo dar a las paredes cuando me enojo. Otras veces, me causa el sentido contrario. Me hace pensar más en lo que me asfixia, me carcome, me consume. Escribir me salva, me agota, me irrita, me hace feliz. Hoy no tengo ganas de escribir, no se de que, sobre que. Y sin embargo, aquí me tienen, escribiendo de nuevo, complaciéndome a mi misma. Podría decir que no tengo nada que hacer, y no es verdad porque estamos a pleno Marzo, y eso significa inicio de escuela (Marzo te odio con todo mi corazón), y el inicio de escuelas y de todas las otras actividades se encarga de mantener mis horarios ocupados, apretados y sumamente estresantes. Pero tuve la necesidad de escribir en la nada misma, y aquí me tienen. Mañana empiezo las clases, las escuelas normales las empezaron el lunes, yo las empiezo mañana, la escuela combina conmigo ¿Qué más puedo pedir? Como sea, a causa de que mañana empiezo a la escuela, me voy a ir a leer un poco y después a dormitar como un oso perezoso, hasta la hora en que mi madre me levante con sus hermosos gritos. Hasta luego, discúlpenme por esta entrada horrible, no tengo ganas de decir cosas coherentes, hoy tiro ideas al vació como tantas otras veces, la diferencia es que esta vez me siento bien, no obligaciones, no estrés, solamente relax.